Septiembre y el arte de volver a empezar


Regresar a la rutina diaria y hacerlo con ilusión, manteniendo a raya el síndrome postvacacional es un reto cada año. Pero éste, por las circunstancias excepcionales que estamos viviendo, todavía más.

Por eso es más necesario que nunca escuchar a los expertos y seguir algunos de sus consejos. Porque volver a empezar es también un arte.

Fatiga y hastío, falta de motivación o incluso irritabilidad indeterminada y dificultad para conciliar el sueño, son los síntomas más comunes de este síndrome, muy parecidos a los de una depresión. Sin embargo, a este cuadro ya conocido, este año tenemos que sumar el estrés provocado por la pandemia, según los psicólogos, que puede incluir miedo y una tensión particular.

Nos enfrentamos, en definitiva, a un septiembre complejo, por lo que es necesario desplegar las mejores técnicas a nuestro alcance. Entre las que se incluyen…

  • Empezar despacito, como dice la canción. Es decir, pasito a pasito, dosificando las tareas, para no vernos abrumados por una montaña de responsabilidades, lo que sumado a una mayor irritabilidad y fatiga y al estrés puede ser difícil de manejar para la inmensa mayoría de nosotros. Compartimenta las tareas, particiónalas en pequeños esfuerzos, empezando por lo más sencillo. Y es que no sólo en la batalla funciona eso de “divide y vencerás”, sino también en la vida diaria.
  • No ser demasiado ambiciosos. Y para ello es bueno recordar que se necesitan, de media, 21 días para incorporar cualquier nueva rutina a nuestra vida. Por tanto, date tiempo y no esperes adaptar tus horarios de ejercicio, de descanso y de alimentación de la noche a la mañana. Es mejor y más recomendable hacerlo poco a poco, intercalando momentos que todavía nos recuerden que, aunque hayamos regresado a los libros y al trabajo, todavía nos quedan días de verano de los que podemos disfrutar.
  • Identificar y gestionar las emociones. Desde el estrés provocado por la pandemia, hasta el miedo, o la depresión y el hastío fruto del final de las vacaciones. Las emociones este año pueden ser muy variadas y especialmente difíciles de manejar en función de las circunstancias personales. Por eso es importante no mezclarlas, aprender a identificarlas correctamente y posteriormente gestionarlas de forma específica. Algo fundamental para concentrarnos en lo que tenemos por delante.
  • Y si es necesario, no dudemos en acudir a un profesional. De hecho, los psicólogos, o incluso los “coach personales” son hoy en día un buen bastón al que sujetarse para emprender de nuevo el camino. Sirvieron de gran ayuda durante el confinamiento, prestando servicio incluso por videoconferencia y continúan haciéndolo. Por lo que, si crees que pueden serte de ayuda en este nuevo arranque de curso, no lo dudes.

Dice un refrán anónimo que “el primer paso probablemente no te lleva donde quieres ir, pero al menos te saca de donde estás”. De hecho Pitágoras iba todavía más allá, afirmando que “el principio es la mitad de todo”.

Y es que empezar es clave. Y ese debe ser precisamente nuestro objetivo este mes, volver a empezar. Así que echémosle ganas a este mes, porque si cogemos buen ritmo ahora, será mucho más probable que a final de curso crucemos exitosos la meta.

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