Hacer ejercicio es de listos


Terminemos de una vez y para siempre con el cliché del cerebrito envuelto en libros, que apenas se mueve, que solo camina de casa a la biblioteca y que no ha pisado un gimnasio en su vida. Porque no es cierto.

Por supuesto, cada persona es un mundo, pero el ejercicio y el estudio ni están reñidos, ni lo han estado nunca. Al contrario… ¡Comprobado! Si haces ejercicio tendrás un mejor rendimiento académico.

Lo aseguran varios estudios científicos, entre ellos el llevado a cabo por la Universidad Saginaw Valley, de EEUU, que relaciona directamente la actividad física con una mejor puntuación en el GPA, el promedio utilizado en ese país para acceder a varias instituciones educativas. También el publicado por el British Journal of Sports Medicine y llevado a cabo entre Reino Unido, Escocia y EEUU, con seguimiento a más de 5.000 adolescentes. Este último demuestra que los menores más activos son también los que mejor puntúan en ciencia, matemáticas y lengua.

En resumen, hacer ejercicio es de listos. Y lo es porque favorece el riego sanguíneo del cerebro y esto tiene beneficios muy concretos.   

Beneficios del ejercicio en el estudio

  • Memoria a corto y largo plazo más fuerte. Un hecho que sucede si realizamos ejercicios aeróbicos. Para que nos hagamos una idea, según un estudio de la Universidad de Texas, la memoria de personas mayores de 60 años que se mantuvieron haciendo ejercicio durante un año, fue prácticamente un 50% superior al de personas de las mismas características que no hicieron este tipo de ejercicios.
  • Más fluidez verbal. Esto se produce, sobre todo, tras periodos prolongados de ejercicio físico vigoroso, según el mismo estudio, que fue publicado en la revista Neurology. La mejora en la fluidez verbal es una consecuencia de un mayor bombeo de sangre al cerebro de forma continuada.
  • Mayor agilidad mental. Sucede porque hacer ejercicio mejora la actividad del hipocampo, relacionado con la retención de la información. Se desarrolla especialmente a través de ejercicios de levantamiento de pesas, según un estudio de la Universidad de Calgary en Canadá.
  • Aumento de la productividad. La actividad física está también relacionada con un aumento de la productividad, en concreto cuando se realiza previo a la jornada laboral o académica.
  • Menos estrés. Se debe a que el ejercicio aumenta de forma natural la producción de endorfinas. Y lo mejor es que este beneficio no se relaciona con un tipo concreto de ejercicio, sino que sucede con toda actividad física, desde entrenamientos de alto rendimiento, hasta rutinas de estiramiento, yoga, movimientos en una piscina, caminatas, etc. Todo sirve y tiene también un efecto similar al de la meditación.

El orden adecuado de estudio, descanso y deporte.

Además, el orden de los factores sí altera el producto de nuestro estudio. Es decir, es mejor estudiar, descansar y hacer ejercicio en un orden determinado. En concreto, unas 4 horas después de levantarnos de la mesa.

Este fue, al menos, el resultado de un importante estudio publicado en la revista Current Biology y que buscaba saber cuándo era más propicio hacer deporte: antes, durante o después de la jornada de estudio.   

Conclusión, que los romanos ya tenían razón cuando decían eso de “Mens sana in corpore sano”.

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