Repasos… ¿Cuándo y cuántos necesito?


Responder a esta pregunta no es sencillo, porque no hay una respuesta única. Pero sí diferentes estudios que demuestran la necesidad del repaso para que la huella del recuerdo permanezca en el largo plazo.

Lo primero que tenemos que saber es que por muy eficaz que sea nuestro estudio, y por bien que fijemos las ideas, el paso del tiempo termina por borrarlas sino trabajamos en ellas. Es lo que se conoce como curva del olvido, que es prácticamente la misma para todas las personas, y que nos muestra (de forma gráfica) cómo el recuerdo tiende a desvanecerse…

R=e –t/s

¿No entiendes nada? No te preocupes, ésta sólo es la fórmula matemática que lo demuestra, pero que no necesitas en absoluto. Pues basta con saber que cuanto mayor sea el tiempo de exposición a un contenido y cuánto mayor sea la intensidad con la que nos llega, más fuerte será el recuerdo.

El problema es que durante el estudio no suele haber elementos que intensifiquen nuestra experiencia, por lo que el tiempo termina siendo el principal factor con el que contamos.

En conclusión, no tenemos otra opción que la de pasar por el aro, y ¡repasar siempre!

Aquí te dejamos un pequeño resumen con el número de repasos que te recomendamos, y con pequeñas propuestas sobre cómo pueden ser estos repasos…

  • El primero ¡El mismo día!

Sí, es bueno repasar lo estudiado el mismo día, y empezar bien esta carrera de fondo.

  • El segundo ¡Al día siguiente!

Puede tratarse de una simple lectura. Un sencillo ejercicio de mantenimiento.

  • El tercero ¡A la semana!

Éste repaso es clave para mantener fresca la información. Por eso podemos innovar y ayudarnos con un esquema o con un recitado en voz alta.

  • El cuarto ¡A los quince días!

En la misma línea que el anterior, debemos ser rigurosos con este repaso, porque es el momento en que la información se está transfiriendo al largo plazo.

  • El quinto ¡Al mes!

Es un mantenimiento básico, pero como la información ha pasado ya por varios repasos, podemos innovar e introducir un test, un juego de preguntas o respuestas, o un audio. No te cortes y… ¡Ponte creativo!

  • El sexto ¡Mes a mes sin desfallecer!

Son los repasos que ponen a prueba nuestra disciplina y nuestra capacidad de organización, pero que, ¡no lo dudes! nos darán el empujón final para el éxito.


Porque la clave es mantener a raya la curva del olvido, lograr que sea cada día menos curva y más recta, y evitar a toda costa que se dispare hacia arriba con el paso del tiempo. Si logramos eso ¡Misión cumplida! Habremos repasado exactamente todo lo necesario hasta el día del examen. Ni más, ni menos…

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