Guía para responder a las preguntas tipo Test que «no sabemos»


¿Qué hacer en un examen tipo test cuando «no sabemos» la respuesta?

Esta es una de las dudas que pueden surgirte si eres estudiante. En especial, si estás opositando. Pues lo más probable es que tengas que enfrentarte a este tipo de examen y que sepas que en la respuesta a estas preguntas puede estar la diferencia entre sacarte (o no) la plaza.

Antes de todo debes conocer que existen una serie de “normas” de creación de «buenas preguntas tipo test». Cuando estas normas no se cumplen y el test no está bien hecho, entonces el propio examen nos da pistas para descartar opciones.

Por eso, lo primero que te recomendamos es seguir nuestra guía sobre «Cómo responder a un examen tipo test» y después poner en práctica estos pequeños grandes trucos…

  • CUESTIONA opciones que no encajan gramaticalmente con la pregunta. Cuando no hay concordancia en género y número con el enunciado, esa opción puede valorarse como incorrecta.
  • ELIMINA opciones que no te suenan para nada. Partimos de la base de que has estudiado y que algo te tiene que sonar la información.
  • DUDA opciones que contienen palabras negativas o absolutas. Por ejemplo, si dos opciones son “siempre” y “frecuentemente”, no elijas uno de los dos sin pensar bien la razón por la que la otra está equivocada.
  • ANALIZA dos respuestas que parecen correctas. Si dos opciones parecen correctas, compáralas para encontrar las diferencias, y vuelve a leer la pregunta para determinar cuál es la mejor respuesta.
  • ASEGURA que la respuesta que eliges es siempre Recuerda que la mejor respuesta debe ser cierta siempre, en todos los casos, y sin excepción. Si crees que una respuesta es la “más” correcta, pero hay una excepción, probablemente la respuesta correcta es otra.
  • CONFÍA en tu primer instinto: Si hay dos respuestas que te parecen que podrían ser correctas y te decantas por una de ellas, no vuelvas más tarde a cambiar tu respuesta por la otra. Estudios demuestran que tu primera impresión es correcta con más frecuencia.
  • FAVORECE las opciones más largas: La persona que escribe el test quiere que la respuesta sea totalmente correcta, y puede que haya añadido más detalle para lograrlo, haciendo que sea más larga que las demás opciones.
  • EVITA respuestas con errores tipográficos: Al elaborar el examen el examinador normalmente dedica más tiempo a crear la respuesta correcta, y la vuelve a leer más veces antes de publicar el test que las repuestas incorrectas. Así que si hay un error ortográfico, es más probable que esa respuesta sea incorrecta.
  • DESCARTA la opción que no es homogénea con las restantes. La opción que no guarda relación con las otras tres posibles suele ser la incorrecta, ya que de otra manera la respuesta correcta quedaría muy evidente.
  • RECHAZA como verdadera la que es diferente al resto. Si todas las opciones contienen un elemento común, salvo una de ellas, esa que no la contiene puede ser incorrecta.

Como ves, no se trata de una ciencia exacta, sino de usar estas estrategias cuando nos favorezca más arriesgarnos que no responder. O también cuando sea necesario arriesgarnos, porque ya sabemos que no tenemos posibilidades de aprobar.

En todo caso, si quieres aprobar un examen tipo test, al igual que un examen de desarrollo o de preguntas breves la fórmula está muy clara: ¡ESTUDIAR, ESTUDIAR Y ESTUDIAR!

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