¿En casa o en la biblioteca?


El espacio en el que estudiamos es mucho más importante de lo que creemos….  “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, nos hundimos los dos”. Esta magnífica sentencia de Ortega y Gasset es tan cierta para los grandes retos de la vida, como para los más cotidianos.

Y es que el entorno en el que nos movemos día a día nos condiciona irremediablemente. Por eso, hoy te preguntamos ¿Dónde estudias? ¿En casa o en la biblioteca?

Y Por eso, sea cuál sea tu respuesta, vamos a ofrecerte algunos consejos para sacarle el mayor partido posible a ese espacio que, sabiendo aprovecharlo, puede convertirse en el mejor aliado para alcanzar tus objetivos.

  • ESTUDIAR EN CASA DEBE SER SINÓNIMO DE COMODIDAD.

La principal ventaja de estudiar en casa es la comodidad. Pero para contar con este plus añadido tenemos que asegurar una buena iluminación, una silla y un escritorio adaptados a nuestras necesidades, y espacio suficiente para organizar todo nuestro material de estudio.

Además, si estudias en casa, es muy importante que tu espacio esté claramente delimitado, y que no interfiera con las áreas de descanso, ocio, aseo ni, por supuesto, cocina.

También es clave que ese espacio esté aislado de ruidos y visitas imprevistas. Las interrupciones constantes o los sonidos no deseados pueden convertirse en una verdadera pesadilla, capaz de romperle la concentración al más avezado de los estudiantes.

Ahora bien, si tu espacio de estudio está en casa, y cumple todos estos requisitos ¡felicidades! Tienes la suerte de contar con un entorno ideal dentro de tu propio hogar.

Pero si tu respuesta no es tan clara, te recomendamos explorar nuevos territorios. Y es que… para eso nacieron las bibliotecas.

  • ESTUDIAR EN LA BIBLIOTECA FAVORECE LA DISCIPLINA Y LA CONCENTRACIÓN.

Las bibliotecas son espacios especialmente diseñados para el estudio, y poseen grandes ventajas: La principal, ayudar a la disciplina y a la concentración.

Para ello cuentan con reglas estrictas, que impiden conversar en voz alta o comer, entre otras actividades. Esto nos permite sumergirnos con facilidad en los libros o en los apuntes y aprovechar al máximo el tiempo que dedicamos al estudio. A lo que se suma, siempre, una gran cantidad de recursos a nuestra disponibilidad: desde libros, hasta directorios digitales que pueden ser de gran utilidad.

Por no hablar de los beneficios de contar con compañeros de estudio. No hay que olvidar que somos seres sociales, y que estudiar se vuelve una tarea más ligera si la compartimos con otras personas.

Otra de las grandes ventajas es que los descansos que realizamos cuando estudiamos en una biblioteca son, necesariamente, descansos activos, que favorecen la memoria y la concentración, como te explicábamos en este artículo.

Además, las bibliotecas cada vez son más conscientes de que no siempre contamos con un horario ideal para el estudio, por lo que muchas han retrasado la hora de cierre, o abierto las puertas los fines de semana. Incluso, cada vez son más las que permanecen abiertas durante las 24 horas del día, especialmente durante las épocas tradicionales de exámenes: febrero, junio y septiembre.

Por nuestra parte, te dejamos este link con el directorio de todas las bibliotecas públicas de nuestro país (horarios incluidos), para que siempre tengas donde elegir 😉 Y te animamos también a que nos cuentes ¿CUÁL ES TU CASO? DÓNDE TE MOTIVAS Y TE CONCENTRAS MÁS Y MEJOR ¿EN CASA O EN LA BIBLIOTECA?

 

Eso sí, si te decides por la biblioteca, no te olvides de armar una buena mochila.

Aquí te dejamos una lista de objetos, a modo de sugerencia, para un “kit bibliotecario” completo.

  • Portátil, libros y apuntes (por supuesto, estos son los imprescindibles)
  • Agenda (la organización del día y de la semana es también un básico)
  • Cargador para el móvil (siempre encontraremos donde enchufarlo)
  • Botella de agua (no olvides que la hidratación es básica)
  • Una pieza de fruta y buen puñado de frutos secos (favorecen el estudio y nos impiden “desfallecer” antes de las comidas)
  • Reloj (si no contamos con uno, siempre podemos usar el del móvil)
  • Auriculares (aunque el silencio suele reinar en las bibliotecas, nunca viene mal configurar nuestro propio ambiente sonoro”.)
  • Un paquete de post-it (Es probable que alguien nos de algún dato importante. Y es bueno tenerlo a la vista!)

Estas son nuestras propuestas, pero ¿Cuáles son las tuyas?, ¿QUÉ MÁS ECHARÍAS O QUÉ SACARÍAS DE ESTA MOCHILA?…

 

 

 

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