4 estrategias y 10 técnicas para aprender más y mejor | 1ª parte


Si algo pretende este blog es facilitar recursos para ayudar al estudio y entre los más relevantes están aquellos que ayudan a entender y retener los contenidos que se pretenden memorizar.

Iniciamos una pequeña serie en la que presentamos cuatro estrategias aplicables al estudio, cada una de ellas a su vez incluye diferentes técnicas. La recopilación de diez técnicas que resulta al finalizar esta mini colección cumple el doble objetivo de mejorar la comprensión y también la asimilación.

Es importante saber, por un lado, que lo que te presentamos es una selección (es decir, hay más, muchísimas más técnicas) y por otro lado que la misma responde a los dos modelos que hemos comentado en artículos anteriores sobre los estilos y canales de aprendizaje.

Partimos, por tanto, de la premisa de que nuestro cerebro usa diferentes estrategias en general todas ellas útiles para aprender si bien cada cerebro “prefiere” (en el sentido de requerirle menos esfuerzo y/o serle más rápido conseguir el objetivo) algunas de ellas.

Si no leíste los artículos que sintetizaron algunas de las claves de dichos modelos te animamos a hacerlo antes de seguir: el Modelo Kolb y los estilos de aprendizaje y el Modelo de la Programación Neurolingüistica  y los canales de aprendizaje ya que te ayudará a contextualizar lo que vamos a plantearte a continuación.

Finalmente ponerte sobre aviso que algunas de las técnicas ya las conocerás e incluso las habrás usado y otras jamás habrías pensando que servían para estudiar. El reto es averiguar cuáles te pueden ayudar a estudiar más y mejor.

Como en otras ocasiones, avanzamos la información a través de esta infografía y luego iremos comentando con detalle la misma:

 

La primera estrategia que te presentamos es la del llamado Pensamiento Visual (encaja, entre otros, con el Modelo de Programación Neurolingüística):

Sirve, entre otras cosas, para:

  • Facilitar la comprensión de la información a través de su representación gráfica.
  • Facilitar recordar la información.
  • Favorecer la clarificación del pensamiento y la capacidad de comunicación de ideas a otros.

Algunas de las técnicas que lo concretan:

  • Palabras clave

Localizar las palabras clave de aquello que queremos aprender supone empezar a entender. Es el punto de partida.

Un segundo paso será llevarlas a un ideograma, que aporta un sistema de registro todavía más útil, o un mapa mental para relacionar los conceptos entre sí. 

  • Tablas, diagramas y gráficos

Estas técnicas producen imágenes que varían desde un gráfico matemático a un diagrama de forma libre. Parece fácil asociarlas a las matemáticas y ciencias en general si bien cualquier tema puede ser ilustrado con estas representaciones de las ideas.

  • Coordenadas de tiempo

Una coordenada de tiempo es en realidad un diagrama lineal que muestra la secuencia de acontecimientos a lo largo del tiempo. Es una herramienta adecuada para aclarar una secuencia y en ese sentido es útil y rápida, pero no va mucho más allá salvo que se enriquezca añadiendo acontecimientos y movimientos en categorías establecidas a lo largo del eje vertical.

  • Bosquejo de ideas

Un bosquejo de ideas puede adoptar varias formas desde diagrama, tabla, mapa o simple dibujo. Lo que lo define es su finalidad como instrumento para pensar. Se trata generalmente de toscos bocetos que sólo resultan comprensibles para quien los ha hecho.

La ayuda de esta técnica se produce en el proceso de producción más que en el resultado de la misma ya que al pensar en cómo representar gráficamente un concepto se amplía la comprensión del mismo.

  • Visualización con ”método “loci”

Esta técnica es compleja al principio y generalmente requiere practicarla unas cuantas veces para llegar a controlarla. Para empezar debemos seleccionar un lugar que conozcamos muy bien. Después para cada idea que queramos recordar se debe construir una imagen vívida. A partir de esas imágenes escogemos la primera en orden para situarla (verla) en la entrada del espacio que hemos elegido para la visualización. Seguiremos con la segunda imagen que fijaremos en el lugar elegido y así con todas. Al terminar la asociación de conceptos con espacios solo deberemos caminar mentalmente por todos los escenarios para visualizarlos y, con cada imagen, recordar los puntos que queríamos recordar.

Es útil para recordar una secuencia. Si lo usamos para información en la que la secuencia no es importante, cabe crear imágenes que asocien o relacionen dos o más cosas sin colocarlas en un marco dado.

Partimos de la base de que a todos nos ayudarán prácticamente todas las técnicas, si bien no con todas nos sentiremos tan a gusto o el resultado será tan completo y rápido. El reto es explorar, ponerlas a prueba, para enriquecer nuestros recursos ante el estudio y poder optimizarlo.

El objetivo es conseguir ser más eficientes estudiando, que nuestro aprendizaje sea mayor y perdure más en el tiempo con el esfuerzo estrictamente imprescindible.

Como todo lo humano, hay matices y circunstancias personales que acaban afectando a la regla general, así que antes de marcharte comparte tu experiencia para seguir enriqueciendo la “caja de herramientas” con la que todos nos enfrentamos al reto de incorporar información y luego poder rescatarla cuando la necesitamos.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *