El pensamiento “catedral” que te puede ayudar a alcanzar tus metas 2


Planificar es la clave para alcanzar el éxito en muchos aspectos de la vida. Y, por supuesto, todavía más si lo que te propones es sacar adelante una oposición.

No lo decimos nosotros, sino el filósofo australiano Roman Krznaric, que considera que ésta es una de las grandes enseñanzas que nos deja el 2020: la necesidad de planificación a muy largo plazo. Asegura que éste ha sido el secreto de los países que mejor han respondido a la pandemia, pero que es también determinante para el éxito en muchos otros aspectos de la vida. Más aún cuando vivimos sumergidos en la sociedad del aquí y el ahora.

Y es que la concepción del tiempo no es la misma en el siglo XXI, que en la época en la que se construyeron las grandes catedrales góticas, cuando su proyección sobrepasaba muy a menudo la vida de sus creadores.

Por eso, éste es el primer paso para emprender proyectos a largo plazo, que sin duda requieren, al menos, de tres aspectos fundamentales.

  • Una adecuada concepción del tiempo; conscientes de que lo que hacemos hoy son los cimientos de lo que seremos capaces de hacer dentro de varios años. De esta manera, si hoy ejercitamos la memoria con constancia, nuestra capacidad para recordar datos dentro de unos años puede aumentar dramáticamente. 
  • Una planificación consistente a largo plazo; sabiendo que para ello necesitamos programar nuestro tiempo, parcelándolo y programando metas a corto, mediano y largo plazo. Lo que se traduce en objetivos diarios, semanales, mensuales y trimestrales, como mínimo. Cuando no anuales. Es decir, hacerse con una buena agenda, manual o digital es básico.
  • Una rutina acertada. Es fundamental, porque es la que nos permitirá alcanzar esas metas que nos hemos programado. Y para ello tiene que ser una rutina en la que seamos capaces de incorporar nuevos hábitos cuando sea necesario, pero también dejar a un lado otros cuando hayamos alcanzado determinados objetivos. Es decir, una rutina flexible, que nos saque a menudo de nuestra «zona de confort».

Porque la cima de la montaña (como la cúpula de una gran catedral) siempre parece imposible de alcanzar cuando la miramos desde abajo, pero se va haciendo realidad sin apenas darnos cuenta si avanzamos paso a paso, y, eso sí, en la dirección correcta.


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 ideas sobre “El pensamiento “catedral” que te puede ayudar a alcanzar tus metas

    • Adams Formación Autor

      ¡Gracias María! Nos alegra mucho que las entradas sean útiles. Un saludo y a por esas metas a largo plazo, que requieren mucha constancia y planificación, pero cuyos frutos son mucho más dulces cuando se alcanzan.