En caso de que se celebraran las pruebas, los recién aprobados Presupuestos Generales del Estado recogen que lo máximo que se puede convocar sería el 50% de las plazas de reposición. En Canarias, las cifras rondan los 700 docentes anuales entre jubilados y fallecidos, lo que supondría al menos 350 plazas para ofertar. A ellas se les podrían sumar medio centenar más si se acumulan las plazas pendientes del 10% de reposición del año pasado, con lo que la oferta global superaría las 400.