No basta con sentarte delante de los libros, ni con planear una jornada de estudio intensa. Tienes que aprovecharla realmente. O como hemos repetido en multitud de ocasiones, el aprendizaje, para ser efectivo, tiene que ser verdaderamente significativo.

Aunque no siempre lo conseguimos. Por eso creamos este Blog y por eso hoy te hemos traído también este resumen, con los mejores consejos para que horas y horas de escritorio se conviertan en el trampolín perfecto con el que alcanzar tus sueños.

Y lo vamos a hacer a través del concepto del concepto de ultralearning, una estrategia de aprendizaje ideada por Scott Young, que se ha definido algunas veces “el arte del aprendizaje profundo” y cuyas claves aparecen muy bien resumidas en la siguiente infografía de Yolanda Abad.

Mantén la motivación. Te hemos hablado muchas veces de ella, porque es el motor que nos pondrá en marcha cada mañana y sin el cual no sería posible el aprendizaje. Por eso traza un plan y ten claro tu objetivo desde el principio hasta el final.

Aumenta el interés. Y es que no solo necesitamos que nos motive nuestra propia meta, sino que el camino nos resulte interesante. Si, además, nos apasiona, todavía mejor. Y para ello no sólo es necesario que la materia que abordamos nos atraiga, sino que nosotros mismos podemos hacerla todavía más interesante con las preguntas adecuadas.

Cuéntate un cuento. Dicen que estamos hechos de historias, por eso las metáforas y los cuentos nos ayudan a retener mejor la información. La clave está en conectar las ideas, porque será mucho más fácil memorizarlas cuando forman parte de un hilo argumental, que cuando están deslavazadas.

Hazlo multimedia. Sobre todo porque cada día lo tienes más fácil. Como te hemos comentado en otras ocasiones, el vídeo el podcast y hasta las imágenes nos ayudan tanto a estudiar como el propio texto. No te quedes en el libro y avanza hacia formas de aprendizaje multisensoriales.

Hablamos de notas de voz, video-clases, pero también mapas conceptuales o foros en línea. ¡Todo ayuda!

Conviértete en tu propio maestro. Porque cuando intentamos explicar una idea nueva nuestro cerebro crea las conexiones necesarias para su uso, y de esta forma nos será mucho más fácil recordarla la próxima vez.

Además, si lo haces en voz alta, o incluso te grabas recitando la lección, potenciarás todavía más la memoria.

Y hazlo todo con una rutina adecuada, ni excesivamente estresante ni demasiado suave. La clave está en buscar el equilibrio entre descanso estudio, cuerpo y mente.