Tú también procrastinas


La procrastinación no es más que posponer una tarea que puedes hacer en este momento. Quien más y quien menos procrastina y, si bien en una pequeña dosis es algo natural y no debe sorprendernos, también es verdad que si no tenemos cuidado va a ser un enemigo importante para nuestro estudio.

Te presentamos una infografía que te da cuatro pautas para primero entender qué le pasa a nuestro cerebro, y luego ponerte manos a la obra y ayudarle:

 

 

  1. Nuestro cerebro siente rechazo ante las tareas largas y/ o complejas. En cambio, si esa misma tarea la descomponemos en pequeñas partes, ayudamos a verla de una forma mucho más asumible.

 

  1. Estamos programados para decantarnos por aquello que nos dé una satisfacción inmediata y justo el estudio tiene su recompensa en un medio plazo. Nos podemos ayudar facilitándonos pequeñas recompensas por los avances que hacemos o las fases que vayamos superando.

 

  1. La hiperconexión y estrés endémicos de nuestra sociedad actual provoca el agotamiento mental. Ser capaces de desconectarnos y cuidar especialmente nuestro descanso se convierte en una fortaleza crucial.

 

  1. Cada persona tiene a lo largo del día unos momentos en los que se concentra más fácilmente y otros en los que, en cambio, suele decaer. Al organizar el horario de estudio conviene aplicar ese criterio tan importante y dejar las tareas más áridas para los momentos en los que se tiene más energía.

Y como este tema da para mucho te recomendamos:

  • Empezar por conocerte mejor y hacer la reflexión de hasta dónde procrastinas a través de este Quiz con el que conocerte mejor.
  • Seguir probando recursos concretos con los que minimizar la procrastinación, como los cinco síes que puedes extraer de la lectura de este otro post.

 

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