¿Subrayas bien? Pues hazlo todavía mejor


Subrayar el libro, o incluso los apuntes (propios o ajenos) es un clásico. Sería raro que no lo hicieras. Más todavía si estás estudiando una oposición. Pero hacerlo correctamente no es tan fácil. Y muchos cometemos errores o tenemos hábitos poco útiles que, normalmente por costumbre o falta de tiempo, no hemos corregido.

Por eso te animamos a hacer un repaso rápido a tu técnica de subrayado y a mejorarla, para llevar tus apuntes a otro nivel. Porque, aunque parezca secundario, un buen subrayado puede ser la auténtica llave para un aprendizaje verdaderamente significativo. Y, ¿qué quiere decir esto? Pues que, depurando nuestra técnica de subrayado, mejoramos también la identificación de las ideas clave, la organización del contenido, aumentamos nuestra capacidad para memorizar. Y, además, nos lo ponemos bastante más fácil a la hora de repasar.

Así que, no perdamos más tiempo, y empecemos por lo importante…

  • ¿Qué técnica de subrayado utilizar?

Dado que existen diferentes tipos, es bueno conocerlas, para poder elegir la que más nos conviene en cada momento.

  1. El subrayado lineal, donde colocamos una línea o dos debajo del texto, o lo resaltamos con un color. Se trata del subrayado clásico, el que casi todos tenemos en mente cuando escuchamos la palabra. Y, por supuesto, uno de los más utilizados.
  2. El lateral, que nos sirve para identificar un párrafo importante, por ejemplo, con un corchete. Es muy útil para informaciones largas, como clasificaciones importantes que debamos aprender casi al pie de la letra.
  3. El estructural, donde definimos con una palabra o dos escritas al margen, el orden de la información. Es, por tanto, uno de los subrayados más utilizados por opositores, que deben enfrentar y estructurar grandes cantidades de información y organizarlas posteriormente casi a golpe de vista.
  4. O el de realce, donde añadimos información o nos hacemos preguntas, también al margen. Sería, lo que se conoce como notas al margen y pueden incluir también dibujos o símbolos.

Decantarse por uno u otro es personal y además depende del temario que tengamos por delante, pero es bueno combinar, al menos, dos.  

  • ¿Qué pasos debo seguir?

Nosotros te recomendamos, al menos 4, que encajan de maravilla con el método PLASMARA, que te animamos a descubrir, si no lo has hecho ya. Y es que se trata de un método muy útil y del que te hemos hablado en otras ocasiones. Una técnica especialmente diseñada para alcanzar un aprendizaje significativo, el necesario para incorporar la información de forma efectiva en nuestra memoria a largo plazo.

En ese sentido, seguir estos 4 pasos básicos te ayudará a subrayar de forma adecuada:

  1. En primer lugar, la prelectura.
  2. Posteriormente la base, la lectura activa.
  3. A continuación la identificación de conceptos clave.
  4. Y, finalmente, subrayado.

En este punto es bueno utilizar correctamente símbolos y colores. Y en ese sentido, aquí te recordamos algunos consejos para utilizar el color en textos jurídicos.

  • ¿Qué es bueno subrayar y qué no?

Separar el trigo de la paja, o aprender a identificar lo subrayable de un texto no es tan sencillo como parece. En principio se trata de destacar palabras clave, definiciones de conceptos, fechas importantes, clasificaciones o algunos ejemplos a recordar.

Ahora bien, antes de lanzarnos a resaltar cualquiera de estos elementos es bueno clasificarlos en principales, secundarios e incluso terciarios. De manera que realizar de forma correcta esa clasificación es lo más importante.

  • ¿Hay trucos que pueda seguir?

Hay muchos. Aquí te dejamos algunos de los mejores.

No subrayes más del 15% del texto. Esto, además, nos ayudará a depurar nuestra capacidad de síntesis y a retener mejor la información.

Tampoco es bueno subrayar más de 3 o 4 palabras seguidas. Si te ves subrayando párrafos enteros, algo va mal…

Y, por último, crea tu propia paleta de colores y símbolos, de manera que la información te llegue casi a golpe de vista al repasar la página.

En resumen, sintetízalo y lo aprenderás mejor. Porque una información bien amueblada es la mejor manera de mantener el orden en nuestros apuntes. Y, ya de paso, en nuestra cabeza.

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