Novedosa, rompedora y llena de posibilidades. Así es la Clase Invertida, Flipped Clasroom en inglés, que suma cada día más seguidores.

Nació hace más de una década en EEUU, inventada por un profesor de Colorado que buscaba atraer la atención de sus alumnos. Lo hizo mediante vídeos, que él grababa y ellos visionaban en casa. Esto le permitía dedicar las horas de clase no a la explicación teórica, sino a la resolución de problemas o la realización de investigaciones, proyectos y trabajos.

Se trata, por tanto, de una INVERSIÓN DE LOS TIEMPOS. Primero el alumno se enfrenta en solitario a la teoría (eso sí, con el mayor y mejor número de recursos posible) y después utiliza el tiempo con el profesor y otros alumnos para insistir sobre determinados aspectos, despejar dudas y “trabajar” con la información.

Por eso, las nuevas tecnologías y el dramático aumento de la formación a distancia durante el último año, no han hecho sino aumentar las posibilidades y las ventajas de esta técnica.

Y éstas son las mayores…

• REDUCE LA PRESIÓN DE LOS ALUMNOS DURANTE LA CLASE. No necesitas comprender toda la teoría durante el tiempo que dura la clase, por lo que tampoco te sentirás perdido en determinados momentos. Puedes dedicar el tiempo que necesitas a la teoría en solitario, y cuando llegues a la clase enfocarte en los aspectos que realmente necesitas reforzar.
• PERMITE RESOLVER DUDAS DE FORMA MUCHO MÁS EFICAZ. Podrás preparar con tiempo las preguntas que necesita hacer al profesor, sin que se te pasen por la fluidez de una clase al uso. O porque no dio tiempo, si quiera, a que te surgiera la duda.  
• AUMENTA LA PARTICIPACIÓN DE LOS ALUMNOS. Y esto se traduce, por lo general, en una mayor autoestima, pero también en un aprendizaje mucho más activo. Te acostumbras a “trabajar” con la información. Pero también con tus compañeros, con quienes crearás un vínculo mucho mayor.
• PERMITE REVISAR LA INFORMACIÓN POSTERIORMENTE. Igual que te permite la revisión o estudio de la información previo a la clase, este método también te ofrece la posibilidad de revisión posterior. Si después de la clase te surge cualquier duda puedes regresar a la explicación teórica cuantas veces quieras.

Pero ¿cuáles son los recursos que puedo utilizar para trabajar con este método?

La respuesta dependerá, por supuesto, de los ofrecidos por parte de tus profesores o del centro en el que estudies. Es decir, dependerá de los recursos que tengas a tu disposición. El más básico es la lectura previa del temario a tratar en la clase, pero también el visionado de clases grabadas en vídeo (En este sentido, te recordamos que academias como Adams cuentan con recursos de este tipo para el desarrollo de la clase invertida en sus planes de preparación).

Aunque si no cuentas con ellos, siempre puedes realizar esquemas o mapas conceptuales previos a tu clase y escribir en una lista las preguntas que te han surgido durante el repaso previo de la materia.

La idea es que cuando llegues al aula (virtual o presencial) lo hagas con una idea ya asentada del tema a tratar y que, por tanto, tu participación sea mucho más activa y efectiva.

En definitiva, nuevos tiempos ofrecen nuevas posibilidades, y la de clase invertida es una de las mejores. Una que no debes desaprovechar. Porque, en este caso, se trata de una versión mejorada de lo que ha sido siempre una clase: un espacio de aprendizaje.