Reír no sólo te ayuda a relajarte y quitarle peso a cualquier problema, sino que también es uno de los mejores aliados del estudio.

La razón es que cuando reímos, más aún si lo hacemos a carcajadas y durante largo tiempo, liberamos endorfinas y dopamina, capaces de reducir las hormonas nocivas producidas por el estrés (en concreto, disminuyendo los niveles de cortisol).

Algo que nos vendrá especialmente bien en estos tiempos, pues el estrés provocado por la pandemia ha golpeado a casi todos los sectores de la población.

Ahora bien ¿Puede ayudarnos la risa también a recordar mejor aquello que estamos estudiando?

Pues son muchos los estudios científicos que lo afirman y que indican que cuando algo nos provoca hilaridad su huella es mayor en el cerebro. Y, aunque ya sabemos que los apuntes de Derecho Administrativo no suelen ser precisamente desternillantes, existen hábitos que nos permiten estar de buen humor antes, durante o incluso después de repasar un arduo tema y que nos ayudarán a que el contenido permanezca durante más tiempo en el cerebro.

De esta manera la risa vendría a funcionar tan bien como la meditación. Es decir, podemos empezar la mañana con una clase de yoga, pero también con un monólogo de nuestro cómico favorito, utilizar algunos de los descansos en nuestra jornada de estudio para ver un vídeo gracioso o algún meme que nos ha llegado a través de las redes sociales o terminar el día con un programa de humor.

Además, tienes también algunas técnicas de estudio que nos permiten aprender mientras nos divertimos. Nos referimos al aprendizaje lúdico, que llega de la mano de la gamificación (… y que para nada es cosa de niños). ¡Tú eliges!

Y es que somos conscientes de que no hay nada más personal que el humor. Eso sí… tampoco nada tan poderoso. ?