Sí, has leído bien, hay una receta que garantiza que ni el desánimo ni la debilidad podrán contigo. Una receta secreta para estudiar con éxito.
Y no, eso de la constancia y la disciplina, que también son importantes, no son los ingredientes esenciales.
Hay algo que va primero: Si no tenemos las energías a tope y los pensamientos negativos a raya, ni la técnica de estudio más acertada nos servirá.
Así que, aquí van los cuatro ingredientes de esta receta. No es magia, es salud. Es TU salud:
1. Duerme suficiente y de calidad.
Claro, ya nos sabemos eso de las 7 u 8 horas de sueño nocturno, pero, que ¡tire la primera almohada el que esté libre de pantallitas antes de acostarse!
Saber, lo sabemos, pero ¿eres consciente de hasta que punto el descanso adecuado es un aliado de tu aprendizaje?
Para comprobarlo te recomendamos la siguiente lectura en la que encontrarás la explicación detallada y una pequeña lista de cambios concretos que puedes hacer para mejorar ese descanso: Duermo bien luego puedo estudiar bien.
2. Aliméntate bien.
Otro clásico, eso de comer bien. Pero la tentación de comer comida procesada o el picoteo entre horas, puede fácilmente generarnos problemas de salud.
Antes de llegar a ellos, es esencial cultivar hábitos que nos nutran y alivien el estrés. Sí, hay determinada forma de comer que favorece el equilibrio y, por tanto, hay otra que lo rompe.
Te recomendamos ahora un vídeo grabado por Verónica Chazín, coach nutricional, ofreciendo sobre esos alimentos que aumentan la concentración.
3. Muévete, aprenderás mejor.
¿Sabías que está demostrado que la actividad física a unas cuatro horas de terminar de estudiar mejora la retención?
Pues si quieres conocer la explicación, y, sobre todo, pautas concretas para confeccionarte un horario de estudio que integre esa activación deportiva que será tan sana como facilitadora de tu rendimiento académico, no dejes de pinchar en el siguiente artículo: Ejercicio físico para mejorar tu aprendizaje.
Dos pájaros de un tiro ?
4. Ni un resquicio al estrés.
Porque si algo debe ser erradicado de nuestra rutina, es el estrés. Para ello hay que actuar como con los incendios: tener un buen plan de prevención.
Integrar las técnicas adecuadas va a permitirnos mejorar concentración y rendimiento, así como alejar los peligros de la ansiedad.
Te animamos a leer Cómo evitar que el estrés reduzca tu capacidad de memorización ya que se trata de un completo compendio de recursos para que explores los que mejor se adaptan a tus circunstancias y necesidades.
Como ya habrás deducido, lo que te ofrecemos en este artículo es una receta secreta, pero no por desconocida, sino porque va en contra de muchas inercias de nuestra sociedad.
Así que tienes que armarte de paciencia, disciplina y objetivos concretos, para prepararte la dosis que va a ayudarte a que no haya nada físico ni emocional que te impida estudiar.
Te dejamos aquí una infografía para que tengas a mano los cuatro ingredientes y des a la receta tu toque maestro ?
