Estudiar en verano, ¡es posible!


El calor ya está aquí, pero que no te agobie porque estudiar en verano, ¡es posible!

Además de días más largos, vacaciones y buenos ratos, nos deja las altas temperaturas y alguna que otra ola sofocante que convierten el estudio en una tarea más complicada.

Sabemos que el calor disminuye el rendimiento, pero ¿qué podemos hacer para no morir en el intento?

 ¡Te damos 3 consejos para hacerlo más llevadero!

Cambia de espacio:

Busca un lugar fresco. Trata de ponerte a estudiar en el lugar de tu casa dónde haga menos calor y acondiciónalo para que sea cómodo. Lo ideal sería tener aire acondicionado, o si no, ¡Hazte con un ventilador!

Si esto no fuera posible, busca otro sitio dónde poder estudiar. Existen bibliotecas que ofrecen lugares amplios o frescos.

¡Hidrátate!

Bebe mucha agua.

Ten siempre agua fresca y mójate el cuerpo para refrescarte, sobre todo, rostro, muñecas y nuca

No te olvides de los descansos

Sabemos que en el estudio los descansos son muy importantes, tanto para el rendimiento como para interiorizar los conocimientos.

En verano, esto es más importante aún. El calor, cansa por sí solo, sumado al estudio, se intensifica.

Modifica tus descansos habituales.

Amplía estos tips y conoce cómo afecta el calor en nuestra capacidad de estudio en este enlace. Te ayudarán a mejorar en esta época.

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