El opositor que no tenía miedo a nada


Cuenta la leyenda que había un opositor que no tenía miedo a los libros y mucho menos a los exámenes. No le asustaban las preguntas, ni le sobrevolaba, como una sombra negra, la idea de quedarse en blanco. Era el opositor sin miedo.

Los terrores habituales de cualquier estudiante no tenían nada que hacer contra él, aunque se agruparan o le asaltaran por sorpresa. Él siempre se mantenía ufano, impasible, como si conociera sus disfraces, como si hubiera sido invitado muchas veces a una fiesta de Halloween y fuera consciente del poder del juego y de la risa a la hora de conjurar el miedo. Y así era.

Pero sentía que su conocimiento se iría con él a la tumba y por eso un día decidió compartir su sabiduría. Escribió la fórmula de su pócima mágica contra el terror y se la entregó a sus compañeros, que, a su vez, la compartieron con amigos y familiares. Lo hizo para que todos aprendieran a bailar con los fantasmas de una vez por todas.

Nosotros la recogimos, tirada entre las hojas del otoño, manoseada por generaciones y generaciones de estudiantes. Y aquí te compartimos la receta, cuyos ingredientes, ya te lo adelantamos, son antídotos contra los 5 MIEDOS ANCESTRALES. La preparación es, además, muy sencilla, consiste en mantenerlos siempre en movimiento, para que estos cinco miedos atávicos nunca crezcan más de la cuenta. 

La receta contra el miedo.

  • El miedo a la muerte (o al suspenso). Es quizá el primero de todos los miedos y el básico de cualquier estudiante. ¿Qué pasa si fracaso, si todo se termina, si se rompe la esperanza? Sin embargo, la mayoría de las veces no es así. Hay siempre una nueva oportunidad para reponernos de la caída y volver a intentarlo. Por tanto… INGREDIENTE 1: “MEMENTO RESURRECTORI”. Al igual que el “memento mori” les recordaba a los césares que eran mortales. El “memento resurrectori” nos debe recordar a nosotros, opositores, que siempre habrá una nueva convocatoria.
  • El miedo a la pérdida de autonomía (o a quedarse en blanco). Está igualmente en todos nosotros. Se manifiesta como miedo perder el control de nuestro propio cuerpo, a quedar inmovilizados o a ser enterrados vivos. Y contra ello, nada mejor que ponerse en marcha y comprobar por ti mismo que eso, realmente, no sucede. INGREDIENTE 2. PRACTICUM. Ya lo dice el refrán y ahora en Halloween viene al pelo. Más sabe el diablo por viejo que por diablo. Si tienes miedo a no responder el día del examen: entrena, entrena y entrena. Coge práctica. Haz simulacros. No hay mejor método.
  • El miedo a la soledad (o a la falta de recursos). También universal, el miedo a quedarnos sin apoyos es muy habitual. Y más en un opositor, que en la mayoría de las ocasiones pasa largas horas solo en una habitación. Pero la manera de luchar contra ella es sencilla: Asegurarte valiosos recursos. INGREDIENTE NÚMERO 3. CONCILIAE. También conocido como apoyos. Es la clave del éxito. Porque, detrás de cada opositor que logra la plaza, hay siempre una magnífica red de apoyos. En ese sentido, busca una buena academia, haz que tu familia comprenda tu situación, etc.
  • El miedo a la mutilación (o a perder la cabeza o las manos). Se trata del miedo a perder un atributo físico o incluso mental. ¿Y si la cabeza no me responde? piensa el opositor. ¿Y si la mano no va lo suficientemente rápido?
  • Ante este temor lo mejor es dejar atrás las vísceras y meterle un poco de lógica y un mucho del…  INGREDIENTE NÚMERO 4. ALGORITMUM SANGUINAE. O, dicho de otra manera, mucha «sangre fría», confiar más en las leyes de la estadística, que en nuestras entrañas.
  • El miedo a la humillación (o al rechazo). Otro clásico del terror. El escarnio público nos aterroriza a todos. Por eso muchos estudiantes se esfuerzan por ocultar a toda costa cualquier derrota. Pero esa no es la mejor manera de superar este miedo, sino el… INGREDIENTE NÚMERO 5. RISOTO RISOTI. También conocido como humor. Y lo decimos en el sentido más amplio de esta palabra. En el de jugar por jugar, el de aprender a reírnos de nuestras debilidades. Porque no hay nadie que pueda con la autoestima, de quien es ducho en el arte de no tomarse muy en serio.

Ahora, solo por aclarar algunos puntos. Esto es lo que cuenta la leyenda, pero lo cierto es que la ciencia anda por detrás. En efecto, los estudios realizados sobre esta emoción apuntan a que estos 5 terrores están grabados en nuestro ADN desde tiempos inmemoriales y que, efectivamente, para luchar contra ellos es importante conocerlos y aprender a contrarrestarlos.

Eso sí, los investigadores no han dado ninguna receta definitiva contra el pánico, aunque sí han demostrado los beneficios propios de la esperanza, la práctica, el apoyo, el autocontrol y el humor. Así que, aunque no creas una palabra de esta fábula, puedes seguir confiando en ellos.

O poner en práctica la técnica Halloween, y decir el conjuro al completo: Mememento resurrectori practicum conciliae algoritmum sanguinae risoto risoti, tal y como aparece en el legado del opositor que no tenía miedo a nada.

Luego se recomienda dejar por un rato los libros y… ¡Salir a disfrutar de una espeluznante noche de brujas! Ah, y esperar a que se cumpla el hechizo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *