Estos días no podemos disfrutar de la calle. Así que tenemos que reinventar buena parte de la vida de paredes para dentro. Y para eso necesitamos organización y buenos consejos.

Por eso hoy recogemos los que nos ofreció Asenet Sánchez, pedagoga y coach ejecutiva, a través de videoconferencia, hace pocos días.

Asenet nos advierte de que, lo primero que tenemos que trabajar es la gestión de las emociones. Porque estos días serán diferentes a las habituales y no siempre fáciles de identificar y manejar. Pero también nos explica qué estrategias podemos poner en marcha si sentimos que el tiempo se nos escapa, no somos tan productivos como querríamos, nos puede el miedo y la sobrexposición a todo tipo de informaciones, o simplemente, no estamos aprovechando estas jornadas de cuarentena de la forma en que nos gustaría hacerlo.

El primero de los consejos tiene que ver con el horario. Debemos acostumbrarnos a ser autodisciplinados en este sentido, y no sólo por sentido de la responsabilidad, sino porque esto nos aportará sensación de certeza y de estabilidad, en una situación plagada de incertidumbres. Será, por tanto, un remedio inconsciente contra el miedo o la angustia que podemos sentir estos días.

Horario para despertarte, para trabajar, para descansar, pero también horarios para compartir con el resto de miembros de tu hogar y hasta para el tiempo de ocio.

Es decir, el reloj se convertirá en un verdadero aliado.

En segundo lugar, tenemos que encontrar espacios. Y, en este sentido, nos dice Asenet, no importa el tamaño de nuestra casa, o si teníamos un cuarto bien adaptado al espacio de trabajo o de estudio, pues tenemos que encontrarlo y adecuarlo a las circunstancias.

Eso sí, es importante que esté limpio, ordenado y a ser posible, que sea para nosotros solos.

Además, tenemos que cuidarnos físicamente y hacer ejercicio. Cómo quieras, donde quieras y adaptado siempre a tu estado físico. Pero no dejes de hacerlo, porque el movimiento produce endorfinas (hormonas del placer) que son imprescindibles estos días.

Así que… ¡ya sabes! no pases un solo día sin hacerlo, y si es en compañía y divirtiéndote mucho mejor. Hoy las plataformas digitales, Internet y hasta la televisión se han llenado de posibilidades en este sentido.

Haz planes solo, pero también en compañía. Es decir, si pasas todo el día estudiando o trabajando, organiza tiempo para disfrutar con el resto de la familia. Eso sí, programa las actividades contando con los gustos de todos los miembros. No sólo mejorará el ambiente, si no que te permitirá descubrir cosas nuevas de tus seres queridos que ni siquiera sospechabas.

Y, por supuesto, aprovecha las conexiones digitales para hacer videoconferencias mientras cenas o tomas el aperitivo. No es como quedar en una terraza, ¡pero sienta muy bien!

Comparte y celebra tus éxitos, pero también los de los demás. Y es que, ante la avalancha de malas noticias que nos llegan del exterior, es bueno poner el foco también en las cosas positivas, por pequeñas que sean.

Por tanto, si has tenido un buen día en el trabajo, te han felicitado por algo, o tu hijo ha obtenido una buena calificación en el último trabajo… No lo calles, compártelo y… ¡A celebrar se ha dicho!

Y por último, ¡Échale imaginación a raudales! Pues ya lo decía Einstein, la imaginación es más importante incluso que el conocimiento, porque éste es limitado.

Busca otros usos a espacios de tu hogar que apenas transitabas, organiza concursos, de baile, de cocina, de juegos de mesa… Promueve lecturas conjuntas o incluso viajes virtuales. Por qué no, hoy las herramientas digitales nos permiten visitar una galería de París sin coger el avión. Una buena forma de divertirte y de aprender, lo que, si convives con hijos o menores, será una bonita lección para ellos, que seguro les dejará huella.

Así, de paso, podemos aprovechar estos días para acercarnos al mundo que queremos encontrar cuando empecemos a encontrarnos de puertas para afuera.