Los cuatro pasos que componen el camino para aprender


Podemos identificar cuatro grandes momentos que integran el itinerario completo que lleva a lograr incorporar conocimientos y habilidades. Los hemos llamado pasos porque cada uno implica un posicionamiento del estudiante y una (o varias) acciones que comparamos a dar un paso adelante. La siguiente infografía lo sintetiza y a continuación pasamos a desarrollar cada uno de ellos:

Los cuatro pasos que debemos dar son:

  1. PODER APRENDER

Para poder aprender necesitamos en primer lugar tener un estado de ánimo positivo de forma estable. Cuidar dicho equilibrio es imprescindible para ser capaz de asumir nuevos objetivos… ¡y llegar a conseguirlos!

De hecho, ese equilibrio mental se nutre (entre otros ingredientes) de las horas que dedicamos a actividades elegidas en consonancia con nuestra motivación, es decir, desde actividades profesionales, familiares o de ocio que nos recargan de energía anímica positiva por sentirnos bien con nosotros mismos. Al asumir un compromiso con un nuevo reto académico o profesional que implique un aprendizaje debemos reservar tiempo para ese tipo de actividades que van a ayudarnos no solo a desconectar sino también a estar en equilibrio. Y en segundo lugar deberemos tener a raya las creencias negativas sobre nosotros mismos, esos pensamientos autolimitantes son otro aspecto fundamente para poder aprender. Si estamos convencidos que “no valemos”, que “es demasiado para nosotros”, que no vamos a cumplir porque “somos vagos” o cualquier otra idea semejante está claro que no llegaremos muy lejos.

Llevar a la consciencia ese tipo de conceptos negativos sobre nosotros mismos es el primer paso para superarlos. También nos podemos ayudar de estrategias que refuerzan nuestra fortaleza y motivación como la que os proponíamos en este artículo (pincha aquí).

  1. QUERER APRENDER

Aquí la clave está en que realmente tengamos nuestro motivo para recorrer el camino, es decir, la motivación intrínseca que nos guía a lo largo de la vida y sobre todo en el momento de toma de decisiones vitales para nosotros mismos. En el enlace que os facilitábamos al final del primer apartado aparece un vídeo que es fundamental que veas así que, si te lo has saltado, vuelve a abrir el post y no te lo pierdas. 😉

El motivo va a ser el motor para aguantar el viaje y el baremo para calibrar el precio que estamos dispuestos a pagar porque también hay que saber que no será fácil y necesitaremos hacer sacrificios. Te dejamos una nueva lectura que amplía estas ideas (pincha aquí).

  1. SABER APRENDER

Este paso incluye conocer bien quiénes somos y cómo aprendemos para sacarnos todo el partido como aprendices revisando y puliendo nuestra estrategia de aprendizaje, buscando la eficiencia lectora y aplicando un buen método de estudio.

Más que una meta es un camino siempre abierto y como punto de partida te ofrecemos este artículo en el que sintetizamos las claves de un estudio eficiente, no te pierdas la lectura si no lo conoces porque creemos que es fundamental (pincha aquí).

  1. APLICAR LO APRENDIDO

El proceso lógicamente culmina con ser capaces de rescatar el conocimiento, competencia o habilidad cuando lo necesitamos: ya sea un examen, una práctica o el desempeño de nuestras tareas. Antes nos podemos medir para comprobar que estamos avanzando con pie firme y este artículo que te ofrecemos ahora te ayudará a darle la importancia que tiene esa autoevaluación (pincha aquí).

Con estos cuatro pasos llegarás a tu objetivo, que ese aprendizaje pase a formar parte de ti.

Antes de marchar nos encantará que dejes en los comentarios tu experiencia y soluciones concretas a los avatares que supone este viaje para llegar a aprender y aprehender algo.

Para suscribirte al blog y recibir notificación de nuevas entradas, mira a pie de página.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *